Saturday 10 May 2014

Confesión

Cuando me preguntaban de pequeño, “¿qué vas a ser cuando seas grande?”, desde el fondo de mi corazón, con el anhelo más sincero, respondía sin titubear: “centro delantero del Real Madrid”. Han pasado los años y mi pasión por el futbol no ha desaparecido (mas sí por el Madrid), al contrario, se incrementa cada segundo. Bueno, para terminar pronto les diré que mi pasión llegó a tal punto que obtuve el título de Director Técnico Profesional en Futbol, lo cual va más acorde con mi otra gran pasión, la enseñanza. 

Soy antropólogo social egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, trabajé como tal en algunos proyectos realizando estudios sociales con empresas tanto públicas como privadas, sin embargo, no me satisfizo del todo la profesión. Posteriormente me decidí por la filosofía e ingresé a la santificada Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México; terminé la Maestría en Filosofía de la Cultura, no obstante, la pedantés de los compañeros, la soberbia de los profesores, y la nefastés del sistema, me hicieron desistir de ser un gran miembro de la academia filosófica. 

Trabajé como profesor de futbol en diversas escuelas, como el Barcelona y el América, casi por puro amor al arte, como resultado tuve que buscar otras alternativas de ingreso. Por aquella época laboraba por proyectos en Editores Mexicanos Unidos y se concretó un libro para niños, Juega y Aprende con la Cultura Maya. Antes de ello fui publicado en diversas revistas con cuentos y ensayos, el más importante fue un relato que publicó Editorial Anagrama llamado Mordiendo el po
Cierto día, por azares del destino, surgió la oportunidad de ser suplente de un profesor de preparatoria impartiendo la materia de lógica, y desde entonces me fascinó estar frente a un grupo de muchachos explicándoles el mundo. Como profesor he trabajado en distintos niveles, desde primaria hasta posgrado, impartiendo diversas materias: ciencias, historia, literatura, antropología, sociología, metodología de la investigación, redacción, literatura, etc. Modestia aparte, conozco y domino diversos métodos y enfoques pedagógicos. 


Diario me rompo la cabeza planeando mi sesión y tratando de imaginar cuál es la forma de instruir a alguien que no quiere ser instruido. Ha pasado mucho tiempo y la gente me sigue preguntando qué voy a hacer de mi vida; las respuestas varían dependiendo el interrogador y mi estado de ánimo, sin embargo, he acuñado una frase hecha para situaciones repetidas, pues suelo decirle a los preguntones que cada día me levanto con la firme ilusión de ser menos pendejo de lo que amanecí, tratando de cambiar al mundo desde las aulas.