Sunday 26 April 2015

Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Playa Requesón Baja California Sur
Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
La huerta

Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Plaza Mijares San José del Cabo
Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Fuente Monumento a la Revolución, México D. F.
Foto original Héctor Daniel Rosales Lobato
Tarde de aviones

Saturday 25 April 2015

¿Cómo conocí a Homero Simpson?

NO ESTABA DORMIDO… ¡ESTABA EBRIO!: O DE CÓMO CONOCÍ A HOMERO SIMPSON


Siempre he dicho que los tres personajes más interesantes en la historia de la humanidad son, y no precisamente en ese orden: Siddhartha Gautama Buda, Yeshua Ben Yoseph (alias Jesucristo), y Homero Simpson. Los dos primeros no requieren explicación, pero el tercero sí.

Homero Simpson es un ciudadano estadounidense, gordo, calvo, un poco estúpido e ignorante, bebedor de cerveza, comedor de rosquillas y enajenado de la televisión, atrapado en un trabajo mediocre y sin futuro. Es esposo y padre de tres niños (Marge, el perro no cuenta como hijo): Bart, con serios problemas de límites, al cual estrangula constantemente. Lisa, con dificultades de adaptación social, en la que Homero difícilmente se interesa. Maggie, ignorada por este la mayor parte del tiempo. Y por último, su esposa Marge, a quien hace rabiar y decepciona a menudo.

Esclavo de sus deseos, Homero es mentiroso, poco amable, posee un escaso sentido de la justicia, abusa del débil y no es generoso; carece de sabiduría práctica, se muestra excesivamente crédulo, razona fatal, y en su trabajo es un incompetente. Además, debemos recordar que vivió una infancia desgraciada (abandonado tempranamente por su madre, no recibió ningún estímulo positivo de su padre) y es portador del gen Simpson, que vuelve a los hombres más estúpidos según avanzan en edad. Su amor a la vida es una cualidad éticamente positiva, pero esta cualidad no va acompañada por la prudencia, lo cual lo torna potencialmente peligroso.

Entonces, ¿en qué sentido puede resultar admirable Homero Simpson?   Miembro de la “alta clase media baja”, conforme con su mediocridad y con su escaso salario, carece de malicia y a menudo se comporta como un niño. Logró ir al espacio, ganarle un pelea a George Bush (padre), aplastar a Aerosmith, tener entre sus enemigos a la reina de Inglaterra y al emperador de Japón, ser estafado por Fidel Castro, hablar con Dios y luego mediante ecuaciones matemáticas probar su inexistencia; además de haber viajado a más de 14 países y jugado al béisbol con Roger Clements, Ken Griffi Junior y José Canseco, entre otras cosas.

Si un día despierta y decide manejar una barredora, lo hace, o si elige entrar al negocio de la grasa, nada ni nadie se lo impedirá, aunque lo más seguro es su fracaso, eso a él no le importa, pues disfruta de la vida en sus más básicos elementos como ningún otro. No tiene ningún tipo de complejo psicológico y social, o si lo tiene, a los 5 minutos se le olvida. Es, sin temor a equivocarme, un ser feliz, y eso es algo que la mayoría de las personas que habitamos este planeta no podemos decir. Homero Simpson ha fracasado en todo menos en la vida. Mi hijo no es comunista podrá ser tonto, estúpido, inútil, comunista, pero nunca una estrella de porno (Abraham Simpson).

Matt Groening concibió a la familia Simpson en el vestíbulo de la oficina de James L. Brooks. Había sido llamado por el lanzamiento de una serie de cortos animados, y quería presentar su serie Life in Hell (Vida en el infierno). Cuando se dio cuenta de que tendría que rechazar sus derechos de autor al publicar Life in Hell, decidió seguir otro camino. Dibujó con apuro un borrador de su versión de una familia disfuncional y nombró a los personajes igual que los miembros de su familia, nombrando a Homero como su padre. Homero entonces realizó su debut con el resto del clan Simpson el 19 de Abril de 1987 en el corto de Tracy Ullman ‘Buenas noches’, y desde entonces no ha soltado la corona. Destruiste el auto de Hitler, ¿qué te ha hecho él a ti? (Nelson a Bart)

No es atrevido decir que Los Simpson es el mayor hito de la cultura popular televisiva de finales del siglo XX y principios del XXI. Buena prueba de ello son sus recién cumplidos veinticinco años de emisión, que la convierten en la serie de animación más longeva de la historia.

Ahora bien, ¿Los Simpson son un fenómeno de “puro entretenimiento estúpido para pasar el rato”, como diría Homero, o algo tiene el agua cuando la bendicen? Bueno, todo empezó en un club Gentleman, a donde hablábamos de Wittgenstein mientras jugábamos Backgammon. (Homero a Mulder y Scully en un interrogatorio).

En mi opinión, lo que da a Los Simpson un valor añadido son las constantes alusiones a todo tipo de referencias: películas, pinturas, escritores, libros, series, hitos culturales, etc. Algunas alusiones se les reconoce antes que a otras, y no todos captan las referencias, pero su estética hace que aumente el disfrute de quien las detecta y no minimiza la diversión para el que pasan desapercibidas. Por lo tanto, y a reserva de escucharme pedante y soberbio, el nivel de cultura del telespectador es proporcional al disfrute del programa. No hay nada que temer, excepto por ese terrible planeta de los simios... un momento... la estatua de la libertad... ¡Era nuestro planeta!, ¡maniático estúpido!, lo arruinaste todo. ¡Malditos sean! ¡Malditos sean todos! (Homero)

Con la mano en el corazón puedo asegurarles que cada capítulo de la serie creada por Matt Groening, al contrario de lo que mucha gente puede pensar (y de hecho piensa), ofrece mucho más que situaciones graciosas y argumentos triviales, pues es lo bastante profunda e inteligente para garantizar cierto nivel de discusión filosófica; y al tratarse de un programa popular, resulta útil como vehículo para explorar una variedad de cuestiones sociales y políticas en favor de un público no especializado. Yo soy como ese hombre que construyó un cohete con sus manos y llego a la luna, ¿Cómo se llamaba, Apollo Credd?


Es resumen, Los Simpson, entre carcajada y carcajada, se ha convertido en una crítica despiadada hacia la sociedad actual, una sociedad que olvida a sus personas mayores en asilos, vota por gobernantes corruptos, prefiere ver televisión a leer un libro o ir a un museo, señala al diferente y lo excluye, o simplemente se da la vuelta ante las injusticias.
Si usted es de las personas que odia Los Simpson por el simple hecho de ser populares, o porque la estética de los personajes no le agrada, lo invito a ver con la mente abierta un capítulo de la serie, ahora bien, si sigue sin gustarle, siempre está la opción del canal 2. Sé que nunca creí en ti, pero si en verdad estás en el cielo.... ¡Ayúdame Superman!



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Programa Academico Humanidades 2014-2015